Desde que la Unesco declaró la ciudad amurallada de Ibiza (conocida como Dalt Vila, en catalán) como Patrimonio de la Humanidad e incluyó Ibiza en su lista de Ciudades Patrimonio de la Humanidad, en diciembre de 1999, el ayuntamiento de la ciudad organiza una feria medieval para conmemorar esta cita.

Durante el segundo fin de semana de mayo, el casco antiguo de Ibiza se transforma en un mercado medieval donde los vendedores ambulantes, nobles, faquires, encantadores de serpientes o malabaristas conviven en un ambiente festivo.

La ciudad amurallada de Ibiza es un excelente ejemplo de una acrópolis fortificada. Aquí se conservan de manera excepcional sus paredes y su tejido urbano, con las impresiones sucesivas de los asentamientos fenicios más antiguos y los períodos árabes y catalanes hasta llegar a los baluartes renacentistas. El largo proceso de construcción de los muros de defensa no ha destruido las fases anteriores y la trama urbana, ha sido incluida en su interior. Caminar por sus calles adoquinadas es, sin duda, una experiencia uno no debe perderse al visitar Ibiza.

Las celebraciones, en su mayoría, giran en torno a cuestiones relacionadas con las culturas que han conformado la esencia de Ibiza: fenicios, romanos, árabes e incluso influencias actuales. Para esta ocasión, las calles de Dalt Vila están se decoran con telas y banderas recordando como era la isla en la época. Encontraréis todo tipo de productos artesanales pertenecientes a las culturas antes mencionadas, así como productos ibicencos tradicionales de hoy en día.

A lo largo del fin de semana, cientos de miles de personas visitan esta feria, sus mercados y participan en los diversos espectáculos y actividades de ocio. Los más destacados son: conciertos de música medieval y teatro, cetrería, tiro con arco, actuaciones folclóricas, danzas árabes y otras opciones culturales. Los conciertos de música se llevan a cabo en las diferentes iglesias de Dalt Vila, proporcionándoles un aire antiguo.

Si ves un puesto en el que venden, barritas de chocolate tradicional, no te vayas sin probarlas. (¡De nada!). ¡Vuelve al pasado pero sin dejar de disfrutar de los placeres de hoy!