¿Estás pensando en visitar Formentera y solo tienes un día para hacerlo?  No te preocupes, tendrás tiempo de hacer muchas cosas y sobre todo ¡tendrás una buena excusa para volver!

Formentera es un tesoro, un impresionante espacio natural lleno de belleza, con playas de arena blanca, y aguas transparentes. A pesar de que solamente tiene cerca de 20 kilómetros de punta a punta, hay sitios y cosas que hacer que no te puedes perder y te lo vamos a contar todo. Te proponemos un itinerario con algunos de los mejores lugares qué ver en Formentera en un día para que, a pesar de ser una visita corta, puedas disfrutar al máximo de los lugares más espectaculares de la isla.

Formentera pertenece, junto a Ibiza y numerosos islotes, pertenecen a las llamadas islas Pitiusas y al estar tan cerca de Ibiza nos permiten conocer todos sus encantos de forma cómoda, rápida y sencilla.

Tienes dos opciones para visitar Formentera, por tierra o, recorriendo la isla en barco.  Si eres un amante de la navegación, Formentera merece un día para recorrerla entera por mar, bañándote en sus maravillosas calas y terminar el día en alguna de sus calas, viendo la impresionante vista de sol.  Además, en alguna de sus playas, como por ejemplo en Cala Saona, los restaurantes ofrecen un servicio de entrega y te acercan la paella al barco ¡todo un planazo! Más abajo te dejamos datos de empresas con las que puedes alquilar un barco, con o sin patrón, y navegar desde Ibiza.  Es una travesía de cerca de 40 minutos, que también te permite contemplar el litoral de Ibiza, con el islote de Es Vedrá al fondo, toda una maravilla de la naturaleza.

Si tu opción visitar Formentera por tierra, la mejor forma es coger cualquiera de los ferry que salen del puerto de Ibiza, ya que Formentera no dispone de aeropuerto.  Se trata del trayecto más rápido y económico y, como consecuencia, el más utilizado.

Los horarios dependen de la época del año, en temporada alta hay barcos cada media hora, y tardan cerca de 40 minutos.  Si tienes coche podrás llevarlo en alguno de los barcos, solamente tendrás que consultarlo en las taquillas para coger el adecuado. Las principales compañías que realizan los trayectos son Balearia y Trasmapi. Y, si aún no tienes billete, aconsejamos utilizar el buscador de Ferryhopper para poder elegir entre horarios, precios y opciones.

Todos los barcos llegan al puerto de La Savina en Formentera.  Una vez allí, junto a la estación marítima, tienes empresas de alquiler de coches, motos y bicicletas. Otra opción son los autobuses de línea que recorren la isla con frecuencia durante los meses de verano.  Pero la moto, bici o coche te dan mucha libertad y te permiten llegar a todos los sitios más especiales que no debes dejar de ver. Te aconsejamos consultar precios de las mejores compañías de alquiler en los buscadores de Autoeurope y Rentalcars. Es importante que hagas la reserva con tiempo si vas en temporada alta.

También es importante que tengas en cuenta que, si tu vehículo es de alquiler debes comprobar que el seguro te permita el transporte en ferry y el cambio de isla, porque no todas las compañías lo incluyen.  Ten en cuenta las restricciones de circulación o entrada de vehículos a la isla, ya que del 15 de junio al 15 de septiembre (ambos incluidos) Formentera establece una limitación de acceso y circulación de vehículos particulares a motor. Para poder visitar Formentera con tu propio coche o moto debes hacer reserva en esta web y abonar la tasa correspondiente. Las fechas en las que aplica la limitación pueden variar de un año a otro. Si no cuentas con vehículo propio tendrás que alquilarlo en Formentera. Tampoco se puede cruzar con una caravana o autocaravana. El camping está totalmente prohibido en la isla.

Bueno, ya estamos preparados para empezar la ruta por Formentera y tenemos que decidir dónde vamos.

Te sugerimos que empieces por Ses Illetes.  Es la lengua de playa con aguas de color turquesa que has estado viendo desde el barco según se aproximaba al puerto de Formentera.  Su playa virgen casi ocupa medio kilómetro y te transporta directamente al paraíso. Esta playa forma parte del Parque Natural de Ses Salines de Eivissa y Formentera. Es un espacio protegido y dependiendo de la época del año, hay que pagar por acceder (entre 4 y 6 euros dependiendo de si vas en coche o en moto). Si eres un amante de la bicicleta, te encantará el recorrido, contemplando todo tipo de aves (también depende de la época del año) y algunas zonas donde todo son prácticamente dunas. Tanto los colores como el aire que se respira.

 

 

Al final de la playa encontrarás una zona donde verás que la gente se pone un barro arcilloso por todo el cuerpo. Dicen que tiene un efecto especial sobre la piel, pero eso sí, ten cuidado si eres propenso a alergias o si la sal te irrita la piel.  De otro modo, el resultado es todo un éxito.

Seguimos nuestro camino y ahora nos dirigimos a la playa de Es Migjorn en la zona sur de Formentera. Te encontrarás con la playa más extensa de la isla, de arena fina y aguas cristalinas. En algunas zonas de esta playa puedes caminar mar adentro muchos metros y el agua sigue llegándote por las rodillas. En esta zona encontrarás algunos restaurantes y chiringuitos de playa, donde te recomiendo que pruebes la caldereta o la langosta con huevos fritos. En realidad, cualquiera de los platos típicos de las islas Pitiusas son deliciosos.

 

Ahora que has disfrutado del mar y la comida, te sugerimos continuar el camino hacia la costa norte de Formentera, a donde llegarás en pocos minutos si vas en coche o en moto, hasta el pueblo de Es Caló de Sant Agustí, un pequeño núcleo con casas blancas y embarcaderos de los pescadores locales, que son la imagen típica de la zona, unos varaderos antiguos y tradicionales, de madera, que todavía están en uso.

 

 

Desde aquí debes ir sin falta a uno de los sitios que más te impresionarán en Formentera por la belleza del color de su tierra caliza, erosionada por el viento y el mar, y al que se accede por un camino entre vegetación y arenisca, Es Caló d’es Mort. Se trata de una cala paradisiaca, de tonos rojizos y que no podrás borrar de tu retina.

Desde aquí ponemos rumbo al Faro de la Mola, y en el camino, podremos parar en alguno de sus miradores para contemplar las vistas que llegan hasta la isla de Ibiza e incluso el islote de Es Vedrá.

Continuamos por la misma carretera que recorre la isla de norte a sur, y llegamos a uno de los puntos más fotografiados, el Faro de la Mola.  Se construyó en 1861 sobre el borde de unos acantilados a más de 120 metros de altura sobre el mar.  Además de las impresionantes vistas sobre el mar, en el interior podrás visitar un museo y centro cultural.  También verás una placa conmemorativa de Julio Verne, el escritor incluyó este punto en algunas de sus novelas. En este punto junto al faro, hay un pequeño restaurante-bar donde podrás tomar algo mientras recalas con la vista en todos los detalles del fabuloso paisaje.

 

 

Si cuando vuelves de la visita al faro, todavía te queda tiempo, te recomendamos un último baño en Cala Saona. Se encuentra a unos 15 minutos en coche desde el puerto de la Savina, el lugar donde te deja el ferry de Formentera. Aunque la playa es pequeña, es otra de esas playas de arena fina y blanca, con aguas maravillosas y los alrededores merecen un pequeño paseo.

En dirección contraria desde el puerto de La Savina se encuentra Sant Francesc Xavier, se trata de la capital de Formentera, algo más turístico, que cuenta con una bella iglesia parroquial terminada en 1738, y cerca del pueblo se pueden visitar otro punto de interés, los molinos de Sa Miranda.


 

Antes de tomar el ferry de vuelta a Ibiza en La Savina, no dejes de darte una vuelta por los pequeños puestos de mercadillo que verás en el mismo puerto ¡es perfecto para pasar un rato y llevarte algún recuerdo en la maleta!

Si necesitas alojarte en Ibiza, recuerda que Vibra Hotels cuenta con varios hoteles a los que puedes ir andando desde el puerto, con ubicaciones excelentes y que te permitirán un merecido descanso de tu visita a Formentera ¡además podrás disfrutar de sus excelentes desayunos, como por ejemplo el del hotel Vibra Marítimo, en su restaurante Blavós, junto al mar, con vistas a Formentera desde las habitaciones y el restaurante  ¡Qué más se puede pedir para despedir tu viaje!