Ibiza siempre ha tenido un valor muy preciado para todo el mundo. Múltiples civilizaciones han luchado desde tiempos inmemorables por tener entre sus manos esta tierra sagrada preciada por el azul de su mar, por su situación privilegiada en el Mediterráneo, por la energía que desprende, o por todo un poco. Piratas, árabes, cartagineses…todos los que pisaron la isla fueron dejando pequeñas o grandes muestras de su cultura, que al final es lo que ha hecho que Ibiza sea tan diversa, completa, tolerante y diferente al resto. Los dioses cartagineses Tanit o Bes están entre esas herencias, llegándose a convertir en auténticos símbolos para la isla. Si no los conocéis aún, os los presentamos.
Tanit siempre ha sido la niña mimada de Ibiza. Esta diosa cartaginesa representa la Tierra, el Amor, la Vida o la Fertilidad y aunque era muy reconocida en todo Cartago, fue en la isla donde se le rindió más culto. Se han llegado a encontrar templos en su nombre, como la Cueva des Culleram, donde se realizaban tanto ritos y sacrificios animales (cuenta la leyenda que también de niños humanos), como ofrendas a la gran Diosa Madre. Después de muchos siglos los hippies recuperaron su fama en los años 60 y es común verla como representación en comercios, amuletos o escaparates.
Después está el Dios Bes. Una figura bajita y regordita con aires descabellados que proviene del Antiguo Egipto. Es el dios de la Danza, de la Música, de la Diversión o del Humor, y se suele representar sacando la lengua o tocando algún instrumento, debido a su poder para ahuyentar a los animales venenosos o a los malos espíritus. Entre sus atributos, también están la fertilidad y la concesión de una vida sexual satisfactoria, por lo que las prostitutas llegaban a tatuárselo en el trasero. Pero lo cierto es que Bes ha dejado en la isla una herencia mucho más grande que todo esto: el nombre de Ibiza significa en realidad “Isla de Bes”. ¿Sabéis por qué?
Su atribución es de lo más curiosa. Como ya hemos mencionado la figura de Tanit siempre había tenido una especial adoración, mientras que Bes había sido más bien un dios de segunda línea en Egipto. Siguiendo esta regla, lo lógico hubiese sido que Tanit fuera la elegida para la isla, pero el nombre escogido fue Ibosim que significa “Isla de Bes”. La explicación es aún desconocida pero se ha llegado a considerar que se podría deber a la sorpresa de los cartagineses por la ausencia de serpientes en la isla y que pensaron que este fenómeno se debía a la protección sobrehumana de Bes. Eso sí, también existe otra teoría “menos científica”. Todos sabemos que la energía positiva de Ibiza engancha a todo el que la pisa, y tal vez, los cartagineses, hace ya miles de años, también percibieron este aura especial. Se contempla por ello que la isla fuera ya famosa por su música sin pausa, bailes hasta el amanecer, diversión y por el buenrollismo que aún perduran hoy en día y que son exactamente los poderes que se le atribuyen a este dios.
Sea como sea, lo que sí que está claro es que Ibiza siempre ha sido y será una isla mágica rodeada de espiritualismo y en la que cada uno venera a su propio dios. Nosotros, hoy os hemos presentado a dos más, para que a partir de ahora los tengáis en cuenta en Ibiza; ese lugar de las mil culturas que está supervisado en todo momento por la imperante Tanit y por el divertido Bes que siempre van a proteger a su isla.