Es Vedrà es un islote próximo a Ibiza de enorme belleza natural, que esconde un sinfín de curiosidades y leyendas. Admirado por residentes y turistas, fue declarado reserva natural en 2002 y forma parte de Es Vedrá, Es Vedranell y els illots de Ponent.
Según dicen las leyendas, desde el momento en que Es Vedrà se separó de la isla de Ibiza, adquirió unas tremendas propiedades de acumulación de energía. Quedando enfrente de Cala d’Hort, se convirtió en un centinela que envuelve y protege a la isla, dotándola de un aurea de misterio. De hecho, con tan solo observarlo desde la distancia sientes como si el peñón tuviera una magia especial.
Ya sean curiosidades, leyendas o simples habladurías, lo cierto es que siempre se ha considerado al islote como uno de los rincones más enigmáticos de las Pitiusas. De hecho, varios investigadores sostienen que Es Vedrà forma parte, junto al Peñón de Ifach (Calpe) y la costa suroeste de Mallorca, del denominado ‘Triángulo del Silencio’ y se compara con el famoso Triángulo de las Bermudas, hablando incluso de fenómenos paranormales.
Ya en el siglo XV, el físico y astrólogo francés Nostradamus predijo que Ibiza sería “el último refugio de la tierra” y que, en caso de una guerra nuclear mundial, Ibiza sería el último sitio donde sería posible la vida gracias a sus especiales corrientes de aire.
Sea como sea, sin duda Es Vedrà es uno de los imprescindibles para visitar en Ibiza. Te dejamos algunos consejos para que vivas una experiencia inolvidable.
¿Cómo llegar?
Ve en coche desde Ibiza hasta Sant Josep de Sa Talaia, luego coge dirección Cala Vadella y sigue hasta el desvío de Cala d’Hort. Llegarás enfrente de Es Vendrá en la misma cala o bien por caminos a la explanada del mirador del islote. Si decides alojarte las playas del poniente o en San Antoni, puedes realizar la ruta en bicicleta, Es Vedrà está cerca de estos municipios.
Nuestros consejos:
- Alquila una excursión en barco o kayak y recargárte de energía tocando la piedra. El acceso a estos islotes es exclusivamente por mar y en embarcaciones privadas y con permiso.
- Sube hasta la Torre des Savinar, encontrarás numerosos rincones para disfrutar de una de las puestas de sol más bonitas de la isla en soledad.
- Si lo tuyo es el buceo, no dudes en practicarlo aquí. Dicen que nada más acercarte a sus imponentes acantilados, uno tiene la impresión de que está en un lugar especial.