Afortunados los que visitan Ibiza en Semana Santa porque ellos serán los elegidos para ver cómo florece una isla que ha permanecido semidormida durante el invierno. Bromas aparte el comienzo de la temporada en la isla es el mejor momento para descubrir sus rincones especiales, ir de compras, abrir sus restaurantes con la atención llena de ilusión de sus propietarios y vivir unas procesiones y tradiciones diferentes a las del resto del país en las que, junto al recogimiento típico de estos días, se mezclan curiosas costumbres dignas de ser conocidas.
Es ahora cuando es posible contemplar un atardecer en silencio, sentir el placer de degustar un café caleta para templar el cuerpo ante la brisa del mar sin ruido ni música de fondo, o conducir solitariamente por sus costas. Los sabios que escogen Semana Santa para vivir las islas son conscientes de que el verdadero privilegio no es estar cuando todos lo hacen, sino cuando el tesoro es solo suyo.
Por eso, para aquellos que deciden disfrutar de sus vacaciones en estas fechas en las Pitiusas, hemos querido preparar un artículo con los rincones que no deben perderse para vivir una experiencia enriquecedora y plena.
Para empezar vístase de Adlib. La mayoría de los talleres y de las tiendas de los principales diseñadores de la Pasarela más reconocida de nuestras islas, abren sus puertas a los visitantes y los atienden personalmente. El privilegio de que sus creadores nos customicen un vestido, una joya o un bolso es digno de mención y nos permitirá integrarnos con la isla en toda su esencia. Piérdase por las calles de la Marina y visite y conozca a Elisa Pomar. Recorra los lugares en los que las mentes de Tony Bonet, Piluca Bayarri, Luis Ferrer, Dira Moda o Charo Ruiz dan vida a sus patrones y confíe en piezas únicas para toda la vida y con estilo.
Si quieren recuperar fuerzas nuestro restaurante preferido, Sa Brisa Gastro Bar & Catering, les espera en Vara de Rey tanto a mediodía, como por la tarde con su “luncher”, o por la noche. Las procesiones de Ibiza son curiosas y nos muestras tallas diferentes a las de otros enclaves, por lo que les recomendamos no perdérselas en estos días festivos y, eso sí, usar este restaurante de autor como lugar de operaciones para alimentar el cuerpo y el espíritu. El Club Náutico de Ibiza es otro de esos lugares en los que merece la pena perderse. Desayunar en su terraza disfrutando del trajinar de los marineros en sus embarcaciones, degustar sus arroces a mediodía o tomar una copa por la tarde tiene cabida en este club abierto al público con precios muy adecuados. Los viernes su cous-cous es digno de mención.
Sa Calma y La Tratoría del Mar son otros de los restaurantes con vistas al mar del Paseo Marítimo de Ibiza, mientras que si quieren disfrutar de buenos platos y seguir la fiesta por la noche pueden hacerlo en La Cava, Mar a Vila o Can Terra, aciertos seguros para tapear antes de tomar unas copas.
La Mediterránea es otro de esos lugares en los que merece la pena desayunar estos días festivos donde podrán además comprar las únicas monas de Pascua elaboradas de forma totalmente artesanal en la isla. Despertarse tarde y degustar en sus establecimientos de Jesús e Ibiza la mejor pastelería francesa de la isla, nos permitirá enfrentarnos a la carretera para recorrer ahora las playas más concurridas durante la temporada y que estos días son solo nuestras. Piérdanse en Las Salinas, desiertas y sorprendentes, déjense llevar hasta Cala Comte, Cala Tarida, Benirrás o el Puerto de Sant Miquel donde muchos restaurantes continúan abiertos durante el invierno y nos muestran su cara más sonriente e íntima en estas fechas. Nuestras recomendaciones son Can Thotom, en Sant Miquel, cuyo pulpo a la brasa es de los mejores que hemos probado, o Cotton Beach Club en Cala Tarida cuyo “brunch” de los domingos conjuga buenos platos, atención, vistas y música.
Las visitas tradicionales a Las Dalias, disfrutando de su restaurante con comida sana y ecológica, Can Aneta, para vivir su experiencia flaó y café caleta caseros o Santa Agnès, para conocer las chuletillas de las auténticas puertas del cielo, son los planes que todos deberíamos repetir en estas fechas vivamos o no en la isla.
Tras contarles estos secretos a voces, solamente les pedimos una cosa a cambio: no dejen de sonreír y vivan con plenitud la experiencia más auténtica de sus vidas.